FRANCISCO BERNAL GARCÍA - VOCES
La campaña contra el cierre del refugio para personas sin hogar instalado en la Sala Guadalquivir que estamos llevando a cabo ha contado con un apoyo especialmente destacado: el de cuarenta usuarios de dicho refugio, que han decidido estampar su firma en nuestro escrito de petición al Ayuntamiento de Sevilla.
Hombres y mujeres que suelen ser reticentes a proporcionar sus datos personales a extraños, no han tenido inconveniente, en esta ocasión, de escribir su nombre y apellidos, su número de documento de identidad y su firma para respaldar la iniciativa de VOCES. Han demostrado así que, en contra de lo que a menudo se dice de ellos, no viven en la calle "porque quieren" y que están dispuestos a recibir ayuda. Los usuarios, los principales interesados, desean que la Sala Guadalquivir siga abierta y que los recursos a ellos destinados vayan mejorando en cantidad y calidad.
Estas cuarenta firmas nos proporcionan ánimo para seguir adelante en nuestro empeño de denunciar la situación de las personas sin hogar en Sevilla y de proponer alternativas a las actuales políticas municipales. Pero, al mismo tiempo, suponen una responsabilidad para nosotros. Son firmas de personas que quieren hablar y que no encuentran espacio para ello. Tenemos que ser capaces de darles voz.
Hombres y mujeres que suelen ser reticentes a proporcionar sus datos personales a extraños, no han tenido inconveniente, en esta ocasión, de escribir su nombre y apellidos, su número de documento de identidad y su firma para respaldar la iniciativa de VOCES. Han demostrado así que, en contra de lo que a menudo se dice de ellos, no viven en la calle "porque quieren" y que están dispuestos a recibir ayuda. Los usuarios, los principales interesados, desean que la Sala Guadalquivir siga abierta y que los recursos a ellos destinados vayan mejorando en cantidad y calidad.
Estas cuarenta firmas nos proporcionan ánimo para seguir adelante en nuestro empeño de denunciar la situación de las personas sin hogar en Sevilla y de proponer alternativas a las actuales políticas municipales. Pero, al mismo tiempo, suponen una responsabilidad para nosotros. Son firmas de personas que quieren hablar y que no encuentran espacio para ello. Tenemos que ser capaces de darles voz.