VOCES remitirá este documento redactado por Francisco al Ayto. de Sevilla.
Solicitamos tu apoyo, bien en la hoja de firmas que distribuirán nuestros socios, bien enviando tu NOMBRE y DNI al e-mail de la asociación.
La presente carta nace de la iniciativa de un grupo de ciudadanos de Sevilla que colaboramos con distintas ONGs, y que compartimos una misma preocupación por las personas sin hogar. En una ya larga trayectoria en labores de voluntariado, hemos podido comprobar que estos hombres y mujeres sufren una de las formas de exclusión más extremas que se dan en nuestra sociedad. La falta de un techo estable, los obstáculos para acceder a los servicios sanitarios, la difícil incorporación al mundo laboral, la inseguridad ante las agresiones, la pérdida de vínculos familiares y la soledad, conforman una situación límite que les convierte, en la práctica, en ciudadanos privados de sus derechos de ciudadanía.
Para dar una respuesta a esta realidad es necesario que las administraciones públicas destinen recursos adecuados y desarrollen nuevos modelos de intervención. Desgraciadamente, el Ayuntamiento de Sevilla –al que la Ley de Bases de Régimen Local de 1985 otorgó competencias en materia de prestación de servicios de “reinserción social”- no se ha caracterizado por una especial sensibilidad a la hora de abordar la situación de quienes duermen en las calles de nuestra ciudad. Los medios a ellos destinados han sido escasos –baste comprobar la situación del albergue municipal, con unas instalaciones anticuadas y una reducidísima dotación de plazas- y no se ha logrado poner en marcha un verdadero itinerario de inserción que facilite el acceso a la vivienda o el empleo.
Recientemente, desde la Delegación de Bienestar Social del Consistorio, se han lanzado propuestas que apuntan hacia un mayor compromiso institucional, y ante las cuales no podemos permanecer indiferentes. La apertura, el pasado día 21 de diciembre, de un refugio contra el frío ubicado en la Sala Guadalquivir parece ir en esa línea. Si bien, no podemos olvidar que, debido a su escasa capacidad, sólo puede atender a una pequeña parte de las personas que pernoctan habitualmente a la intemperie. Dicho dispositivo ha sido concebido como una solución transitoria y, de hecho, se prevé llevar a cabo su clausura el próximo día 31 de enero, fecha en la que se considera que ya habrán pasado las noches más gélidas del invierno. Desde nuestro punto de vista, este enfoque resulta erróneo. Las bajas temperaturas no son ni el único ni el principal problema al que deben hacer frente. El desgaste físico y psicológico de dormir en la calle es siempre muy alto, independientemente de la estación del año y de la meteorología. Para las personas sin hogar todas las noches son de emergencia.
Por todo lo anterior, solicitamos:
1. Que el refugio habilitado en la Sala Guadalquivir no se cierre el próximo 31 de enero, sino que se prolongue su actividad hasta que no se ponga en marcha una instalación definitiva que cumpla el mismo objetivo.
2. Que dicho refugio sea dotado de más medios físicos y humanos con la finalidad de asegurar su adecuado funcionamiento y mejorar los servicios que actualmente presta a sus usuarios.
Estamos convencidos de que estas medidas constituirían un buen comienzo para una nueva política social hacia las personas sin hogar, en pro de alcanzar objetivos cada vez más ambiciosos.
Solicitamos tu apoyo, bien en la hoja de firmas que distribuirán nuestros socios, bien enviando tu NOMBRE y DNI al e-mail de la asociación.
La presente carta nace de la iniciativa de un grupo de ciudadanos de Sevilla que colaboramos con distintas ONGs, y que compartimos una misma preocupación por las personas sin hogar. En una ya larga trayectoria en labores de voluntariado, hemos podido comprobar que estos hombres y mujeres sufren una de las formas de exclusión más extremas que se dan en nuestra sociedad. La falta de un techo estable, los obstáculos para acceder a los servicios sanitarios, la difícil incorporación al mundo laboral, la inseguridad ante las agresiones, la pérdida de vínculos familiares y la soledad, conforman una situación límite que les convierte, en la práctica, en ciudadanos privados de sus derechos de ciudadanía.
Para dar una respuesta a esta realidad es necesario que las administraciones públicas destinen recursos adecuados y desarrollen nuevos modelos de intervención. Desgraciadamente, el Ayuntamiento de Sevilla –al que la Ley de Bases de Régimen Local de 1985 otorgó competencias en materia de prestación de servicios de “reinserción social”- no se ha caracterizado por una especial sensibilidad a la hora de abordar la situación de quienes duermen en las calles de nuestra ciudad. Los medios a ellos destinados han sido escasos –baste comprobar la situación del albergue municipal, con unas instalaciones anticuadas y una reducidísima dotación de plazas- y no se ha logrado poner en marcha un verdadero itinerario de inserción que facilite el acceso a la vivienda o el empleo.
Recientemente, desde la Delegación de Bienestar Social del Consistorio, se han lanzado propuestas que apuntan hacia un mayor compromiso institucional, y ante las cuales no podemos permanecer indiferentes. La apertura, el pasado día 21 de diciembre, de un refugio contra el frío ubicado en la Sala Guadalquivir parece ir en esa línea. Si bien, no podemos olvidar que, debido a su escasa capacidad, sólo puede atender a una pequeña parte de las personas que pernoctan habitualmente a la intemperie. Dicho dispositivo ha sido concebido como una solución transitoria y, de hecho, se prevé llevar a cabo su clausura el próximo día 31 de enero, fecha en la que se considera que ya habrán pasado las noches más gélidas del invierno. Desde nuestro punto de vista, este enfoque resulta erróneo. Las bajas temperaturas no son ni el único ni el principal problema al que deben hacer frente. El desgaste físico y psicológico de dormir en la calle es siempre muy alto, independientemente de la estación del año y de la meteorología. Para las personas sin hogar todas las noches son de emergencia.
Por todo lo anterior, solicitamos:
1. Que el refugio habilitado en la Sala Guadalquivir no se cierre el próximo 31 de enero, sino que se prolongue su actividad hasta que no se ponga en marcha una instalación definitiva que cumpla el mismo objetivo.
2. Que dicho refugio sea dotado de más medios físicos y humanos con la finalidad de asegurar su adecuado funcionamiento y mejorar los servicios que actualmente presta a sus usuarios.
Estamos convencidos de que estas medidas constituirían un buen comienzo para una nueva política social hacia las personas sin hogar, en pro de alcanzar objetivos cada vez más ambiciosos.
Sevilla, 16 de Enero de 2008
2 Comentarios:
Francisco, gracias por tu esfuerzo.
Francisco, un texto fantástico. Mil gracias compañero!
Publicar un comentario