Por una nueva política
internacional sobre drogas
ENCOD es la European Coalition for Just and Effective Drug Policies, es decir, la Coalición Europea por Políticas de Drogas Justas y Eficaces. Se trata de una plataforma de ONG's y asociaciones de toda Europa que promueven un cambio en las políticas gubernamentales sobre drogas. Su objetivo es el abandono del paradigma prohibicionista, basado en la criminalización y en la marginación social del consumidor de drogas, y su sustitución por una nueva política basada en la reducción del daño. En ENCOD participan diversas organizaciones españolas. Quizás la más importante de ellas sea ENLACE, Federación Andaluza de Drogodependencias y Sida.
Desde los años sesenta la comunidad internacional viene afrontando el problema de las drogas con el convencimiento de que es posible poner fin al mismo mediante la persecución del narcotráfico y la ilegalización de las sustancias tóxicas. Las Convenciones de Naciones Unidas sobre Estupefacientes de 1961, 1971 y 1988 reflejan este punto de vista. Pero dicha estrategia no ha hecho sino cosechar fracasos. Por una parte, el narcotráfico ha multiplicado su importancia y su poder económico. En el otro extremo de la cadena, los drogodependientes han visto extraordinariamente degradadas sus condiciones de vida.
Ante esta situación, ENCOD propone una nueva estrategia para abordar el problema de las drogas. Esta estrategia estaría basada en no perseguir judicialmente el consumo de drogas y en desarrollar, paralelamente, programas sanitarios de reducción del daño que incluirían la administración controlada de sustancias tóxicas o paliativas. ENCOD aboga también por desarrollar una nueva clasificación de las drogas que, basada en datos científicos, establezca los daños a la salud que provoca cada una de ellas.
En diciembre de 2004 el Parlamento Europeo aprobó el denominado "Informe Catania", que recogía parte de los puntos de vista de ENCOD. Este Informe reconocía que la estrategia antidroga de la Unión Europea no había obtenido los resultados apetecidos. Proponía crear centros experimentales que abordasen las drogadicciones desde una perspectiva antiprohibicionista y de reducción del daño, incluyendo la distribución de heroína bajo supervisión médica, como forma de reducir las muertes por consumo de esta droga. Al mismo tiempo, lanzaba la idea de estudiar alternativas a la prisión para quienes cometiesen delitos menores relacionados con el consumo de drogas. Sin embargo, el Consejo Europeo -formado por delegaciones gubernamentales de los países miembros de la Unión- no aceptó las recomendaciones del Informe Catania.
A pesar de todo, la Unión Europea es uno de los conjuntos territoriales donde las políticas de reducción del daño han encontrado mayor eco. España, concretamente, se destaca por su actitud liberal hacia la droga. La primera ley española sobre drogas -de 1967- no penalizaba el consumo, sino sólo la producción y el tráfico. La denominada "Ley Corcuera" de 1991 endureció la situación, estableciendo sanciones para quienes fuesen encontrados en posesión de pequeñas cantidades de droga. Actualmente, se desarrollan en España programas pioneros de reducción del daño. En la Comunidad de Madrid existe un programa de "narcosalas" para el consumo de drogas de forma segura.
No obstante, la reducción del daño tampoco es una panacea que, por sí sola, solucione la compleja problemática asociada a la droga. Así, España es el país de la Unión Europea con mayor índice de consumo de drogas entre menores. También es el país con mayores índices de infectados por HIV y por Hepatitis C como resultado del consumo de drogas por vía intravenosa. Parece evidente que es necesario desarrollar una estrategia integral que combine prevención, información, reducción del daño y lucha contra la exclusión social de los drogodependientes.
internacional sobre drogas
ENCOD es la European Coalition for Just and Effective Drug Policies, es decir, la Coalición Europea por Políticas de Drogas Justas y Eficaces. Se trata de una plataforma de ONG's y asociaciones de toda Europa que promueven un cambio en las políticas gubernamentales sobre drogas. Su objetivo es el abandono del paradigma prohibicionista, basado en la criminalización y en la marginación social del consumidor de drogas, y su sustitución por una nueva política basada en la reducción del daño. En ENCOD participan diversas organizaciones españolas. Quizás la más importante de ellas sea ENLACE, Federación Andaluza de Drogodependencias y Sida.
Desde los años sesenta la comunidad internacional viene afrontando el problema de las drogas con el convencimiento de que es posible poner fin al mismo mediante la persecución del narcotráfico y la ilegalización de las sustancias tóxicas. Las Convenciones de Naciones Unidas sobre Estupefacientes de 1961, 1971 y 1988 reflejan este punto de vista. Pero dicha estrategia no ha hecho sino cosechar fracasos. Por una parte, el narcotráfico ha multiplicado su importancia y su poder económico. En el otro extremo de la cadena, los drogodependientes han visto extraordinariamente degradadas sus condiciones de vida.
Ante esta situación, ENCOD propone una nueva estrategia para abordar el problema de las drogas. Esta estrategia estaría basada en no perseguir judicialmente el consumo de drogas y en desarrollar, paralelamente, programas sanitarios de reducción del daño que incluirían la administración controlada de sustancias tóxicas o paliativas. ENCOD aboga también por desarrollar una nueva clasificación de las drogas que, basada en datos científicos, establezca los daños a la salud que provoca cada una de ellas.
En diciembre de 2004 el Parlamento Europeo aprobó el denominado "Informe Catania", que recogía parte de los puntos de vista de ENCOD. Este Informe reconocía que la estrategia antidroga de la Unión Europea no había obtenido los resultados apetecidos. Proponía crear centros experimentales que abordasen las drogadicciones desde una perspectiva antiprohibicionista y de reducción del daño, incluyendo la distribución de heroína bajo supervisión médica, como forma de reducir las muertes por consumo de esta droga. Al mismo tiempo, lanzaba la idea de estudiar alternativas a la prisión para quienes cometiesen delitos menores relacionados con el consumo de drogas. Sin embargo, el Consejo Europeo -formado por delegaciones gubernamentales de los países miembros de la Unión- no aceptó las recomendaciones del Informe Catania.
A pesar de todo, la Unión Europea es uno de los conjuntos territoriales donde las políticas de reducción del daño han encontrado mayor eco. España, concretamente, se destaca por su actitud liberal hacia la droga. La primera ley española sobre drogas -de 1967- no penalizaba el consumo, sino sólo la producción y el tráfico. La denominada "Ley Corcuera" de 1991 endureció la situación, estableciendo sanciones para quienes fuesen encontrados en posesión de pequeñas cantidades de droga. Actualmente, se desarrollan en España programas pioneros de reducción del daño. En la Comunidad de Madrid existe un programa de "narcosalas" para el consumo de drogas de forma segura.
No obstante, la reducción del daño tampoco es una panacea que, por sí sola, solucione la compleja problemática asociada a la droga. Así, España es el país de la Unión Europea con mayor índice de consumo de drogas entre menores. También es el país con mayores índices de infectados por HIV y por Hepatitis C como resultado del consumo de drogas por vía intravenosa. Parece evidente que es necesario desarrollar una estrategia integral que combine prevención, información, reducción del daño y lucha contra la exclusión social de los drogodependientes.
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