El Correo
Muchos de los aparatos que usamos a diario no llegamos nunca a apagarlos del todo, sino que los dejamos en modo de espera, en stand by. Consumen mucho menos, pero consumen. Según la Agencia Internacional de la Energía, el gasto supone entre un 5 y un 10% del total de la energía consumida.
En inglés se llama 'standby power' (consumo en espera). La creencia general es que los aparatos en este estado tienen un consumo muy reducido. Pero la suma de todos estos consumos puede ser importante.
Por ejemplo, cuando un televisor está apagado de este modo, tiene que mantener en marcha el receptor del mando a distancia, con lo que consume entre 0,2 y 2 vatios. Lo mismo ocurre con el reproductor de DVD, el descodificador de satélite, el equipo de música o el aire acondicionado.
A esto hay que sumar los dispositivos que funcionan conectados a un transformador, como el teléfono inalámbrico, la impresora, el fax, el módem o los altavoces del PC, que consumen aunque no estén en uso. El cargador del teléfono móvil que se deja conectado a la toma de corriente consume energía. Ante la duda, basta con tocar el transformador: si está caliente, está gastando.
Para colmo, algunos dispositivos consumen casi tanto en stand by como encendidos. Una impresora normal, por ejemplo, gasta en espera dos tercios de su consumo en marcha. Otros aparatos incorporan transformadores lineales, es decir, fabricados con bobinas de cobre, que pueden consumir 2 vatios, o más, sólo con conectarlos. Además, hay que tener en cuenta que muchos se dejan encendidos 24 horas al día, todos los días del año.
Dejar equipos electrónicos en stand by gasta en un año en la Unión Europea la misma electricidad que lo consumido en total por Centroamérica y parte del Caribe en ese mismo periodo de tiempo. Esto supone un consumo en la UE de entre 35.000 y 60.000 gigavatios por hora en un solo año.
En inglés se llama 'standby power' (consumo en espera). La creencia general es que los aparatos en este estado tienen un consumo muy reducido. Pero la suma de todos estos consumos puede ser importante.
Por ejemplo, cuando un televisor está apagado de este modo, tiene que mantener en marcha el receptor del mando a distancia, con lo que consume entre 0,2 y 2 vatios. Lo mismo ocurre con el reproductor de DVD, el descodificador de satélite, el equipo de música o el aire acondicionado.
A esto hay que sumar los dispositivos que funcionan conectados a un transformador, como el teléfono inalámbrico, la impresora, el fax, el módem o los altavoces del PC, que consumen aunque no estén en uso. El cargador del teléfono móvil que se deja conectado a la toma de corriente consume energía. Ante la duda, basta con tocar el transformador: si está caliente, está gastando.
Para colmo, algunos dispositivos consumen casi tanto en stand by como encendidos. Una impresora normal, por ejemplo, gasta en espera dos tercios de su consumo en marcha. Otros aparatos incorporan transformadores lineales, es decir, fabricados con bobinas de cobre, que pueden consumir 2 vatios, o más, sólo con conectarlos. Además, hay que tener en cuenta que muchos se dejan encendidos 24 horas al día, todos los días del año.
Dejar equipos electrónicos en stand by gasta en un año en la Unión Europea la misma electricidad que lo consumido en total por Centroamérica y parte del Caribe en ese mismo periodo de tiempo. Esto supone un consumo en la UE de entre 35.000 y 60.000 gigavatios por hora en un solo año.
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