The Design Blog (09/08/08) vía enredpsh.org
Shelter Cart va dirigido a indigentes que sobreviven gracias a la recolección de botellas de vidrio que luego canjean en centros de reciclaje. La idea es usarla de día como carrito de transporte.
Lejos de ser una broma, es algo muy real. El irlandés Gregor Timlim y su compatriota Barry Sheehan, de la firma Sharc Design, crearon varias de estas “carretas refugio” (traducción al español de Shelter Cart) para un grupo concreto de indigentes que, precísamente, durante el día se dedicaban a recolectar botellas para ganar unos peniques. Y la presentaron a un concurso de diseño de 2006 que, precísamente, pedía a los participantes que presentasen ideas para conseguir un carro que pudiese proporcionar refugio y almacenamiento.
La idea no podía ser más sencilla: un carro con ruedas en el que ir guardando las botellas y llevarlas cómodamente hasta el centro de reciclaje, y que por la noche pueda ser volteado para proteger a su poseedor de las inclemencias del tiempo mientras duerme. O también puede dejarse el techo medio plegado para descansar sentado en la frías noches de invierno.
Ahora bien, sus creadores insisten en que no es una solución al problema de los “sin techo”, sino un invento que, además de ayudarles, puede contruibuir a concienciar a la sociedad sobre los problemas de este tipo de personas.
Lejos de ser una broma, es algo muy real. El irlandés Gregor Timlim y su compatriota Barry Sheehan, de la firma Sharc Design, crearon varias de estas “carretas refugio” (traducción al español de Shelter Cart) para un grupo concreto de indigentes que, precísamente, durante el día se dedicaban a recolectar botellas para ganar unos peniques. Y la presentaron a un concurso de diseño de 2006 que, precísamente, pedía a los participantes que presentasen ideas para conseguir un carro que pudiese proporcionar refugio y almacenamiento.
La idea no podía ser más sencilla: un carro con ruedas en el que ir guardando las botellas y llevarlas cómodamente hasta el centro de reciclaje, y que por la noche pueda ser volteado para proteger a su poseedor de las inclemencias del tiempo mientras duerme. O también puede dejarse el techo medio plegado para descansar sentado en la frías noches de invierno.
Ahora bien, sus creadores insisten en que no es una solución al problema de los “sin techo”, sino un invento que, además de ayudarles, puede contruibuir a concienciar a la sociedad sobre los problemas de este tipo de personas.
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