Comedor del Pumarejo. FOTO: ABC
ABC (17/12/08 ) - GLORIA GAMITO
Peticiones suben 70% por la crisis
La crisis económica ha empeorado las condiciones de pobreza a escala general, y aunque como dice el cardenal Amigo en su carta pastoral, hay personas que viven así en «estado permanente», las Cáritas parroquiales han detectado que las peticiones de ayuda han aumentado en la diócesis de Sevilla en un 70 por ciento de media. A los pobres llamémosles tradicionales, las familias desestructuradas, se unen ahora personas que nunca habían acudido a la Cáritas, trabajadores que se han quedado en paro o con ingresos más pequeños.El perfil del pobre ha cambiado hoy en día.
Cáritas Diocesana ha elaborado un sondeo estimativo de la situación. La muestra, que ha llevado a cabo un experto, se ha realizado en 28 parroquias, lo que supone poco más de un 10 por ciento del total de parroquias de la diócesis, que son 258. Quince de estas parroquias son del entorno metropolitano de Sevilla, otras seis de la zona este, dos de la zona oeste, tres de la zona sur, si bien tiene un carácter interparroquial al incluir todas las Cáritas de Écija como datos conjuntos o la Cáritas de Estepa, y dos de la zona norte.
Sólo una parroquia de todas las encuestadas ha presentado un retroceso en cuanto a número de demandas respecto a 2007. Las demás se mueven en una horquilla que va desde el 4 por ciento de la parroquia de Nuestra Señora de la Cabeza en San Diego al 252 por ciento de Santa María Madre de Dios de La Rinconada. El aumento es de un 70 po ciento en toda la diócesis, que iguala a la media andaluza, pero está por encima de la española, que es del 48 por ciento.
Por zonas, destaca el aumento en las Cáritas parroquiales de la corona metropolitana, así en Alcalá de Guadaíra los porcentajes son del 171 y del 116 por ciento, seguida de Gines con un 115 por ciento. También son significativos los porcentajes de la Sevilla rural, con subidas de más del 100 %. Así Utrera tiene un 144 % y Ecija interparroquial un 133 por ciento. En la capital los incrementos alcanzan el máximo en la parroquia de Nuestra Señora de la Salud, de la Macarena, con un 81 por ciento. de las 28 parroquias que se han encuestado en 16 de ellas el aumento supera el 50 por ciento.
Alimentos y recibos
Señala el sondeo que el reparto de la ayuda está condicionado por el modelo de intervención propio de cada parroquia. Se ha observado un incremento generalizado del 66 por ciento como media de todas las parroquias en gastos menores y de urgencia, sobre todo recibos de la luz y del agua, y también han aumentado las ayudas para alimentos, con una media de un 60 por ciento de incremento. A estas ayudas les siguen las de búsqueda de empleo, con un 38 por ciento de aumento, y salud, un 32 %. Muchas parroquias no pueden hacer frente a las peticiones de ayuda para gastos de alquiler, que han aumentado un 28 por ciento, y para hipotecas, un 11 por ciento.
También han aumentado las peticiones de personas inmigrantes, un 38 %, y sin hogar, un 24 por ciento. En Sevilla capital en San Lorenzo es donde se ha registrado un mayor incremento de demandas de personas sin hogar, un 333 por ciento. Y aunque donde hay mayor presencia de población de origen extranjero es en San Jerónimo y la Macarena, son sin embargo los pueblos donde se contabilizan mayor número de ayudas a inmigrantes. Así en Utrera el incremento es de 225 %, San José de la Rinconada, un 117 % y Alcalá de Guadaíra, un 99 por ciento.
Pobres con agravante
Felipe Cecilia, presidente director de Cáritas Diocesana, dice que el perfil del pobre está cambiando: « Nuestras Cáritas estaban habituadas a la atención de familias que estaban desestructuradas de una manera permanente pero ahora vienen personas que nunca habían venido por Cáritas». Dice que se observan aglomeraciones que se asemejan a tiempos pasados «que no queremos recordar». Entiende Felipe Cecilia que cuando se llega a la Cáritas es que la gente ha agotado todos los recursos de que disponía y ya no sabe dónde acudir. Sobre el nuevo perfil de personas que acude dijo que tienen un agravante y es que hasta poco eran consideradas bienestantes en su barrio «y en muy poco espacio de tiempo han pasado a ser pobres. El agravante es que el ser humano se adapta a la mejora con facilidad, pero lo difícil es apretarse el cinturón».
Señaló que Cáritas intenta tener buenas relaciones con la Administración, pero ella también está en un momento crítico: «Pedimos es que esas ayudas que da a entidades lleguen al ciudadano, porque si se quedan ahí no hemos conseguido nada. Y si los ingresos para asuntos sociales disminuyen estamos en las mismas». Dijo que en las grandes hecatombes los primeros edificios que caen son los que tienen menos base, por eso la crisis afecta más a las personas que están en precariedad. Ahí es donde está Cáritas que llega con su labor de ayuda y promoción a dónde ni la Administración llega.
Cáritas Diocesana ha elaborado un sondeo estimativo de la situación. La muestra, que ha llevado a cabo un experto, se ha realizado en 28 parroquias, lo que supone poco más de un 10 por ciento del total de parroquias de la diócesis, que son 258. Quince de estas parroquias son del entorno metropolitano de Sevilla, otras seis de la zona este, dos de la zona oeste, tres de la zona sur, si bien tiene un carácter interparroquial al incluir todas las Cáritas de Écija como datos conjuntos o la Cáritas de Estepa, y dos de la zona norte.
Sólo una parroquia de todas las encuestadas ha presentado un retroceso en cuanto a número de demandas respecto a 2007. Las demás se mueven en una horquilla que va desde el 4 por ciento de la parroquia de Nuestra Señora de la Cabeza en San Diego al 252 por ciento de Santa María Madre de Dios de La Rinconada. El aumento es de un 70 po ciento en toda la diócesis, que iguala a la media andaluza, pero está por encima de la española, que es del 48 por ciento.
Por zonas, destaca el aumento en las Cáritas parroquiales de la corona metropolitana, así en Alcalá de Guadaíra los porcentajes son del 171 y del 116 por ciento, seguida de Gines con un 115 por ciento. También son significativos los porcentajes de la Sevilla rural, con subidas de más del 100 %. Así Utrera tiene un 144 % y Ecija interparroquial un 133 por ciento. En la capital los incrementos alcanzan el máximo en la parroquia de Nuestra Señora de la Salud, de la Macarena, con un 81 por ciento. de las 28 parroquias que se han encuestado en 16 de ellas el aumento supera el 50 por ciento.
Alimentos y recibos
Señala el sondeo que el reparto de la ayuda está condicionado por el modelo de intervención propio de cada parroquia. Se ha observado un incremento generalizado del 66 por ciento como media de todas las parroquias en gastos menores y de urgencia, sobre todo recibos de la luz y del agua, y también han aumentado las ayudas para alimentos, con una media de un 60 por ciento de incremento. A estas ayudas les siguen las de búsqueda de empleo, con un 38 por ciento de aumento, y salud, un 32 %. Muchas parroquias no pueden hacer frente a las peticiones de ayuda para gastos de alquiler, que han aumentado un 28 por ciento, y para hipotecas, un 11 por ciento.
También han aumentado las peticiones de personas inmigrantes, un 38 %, y sin hogar, un 24 por ciento. En Sevilla capital en San Lorenzo es donde se ha registrado un mayor incremento de demandas de personas sin hogar, un 333 por ciento. Y aunque donde hay mayor presencia de población de origen extranjero es en San Jerónimo y la Macarena, son sin embargo los pueblos donde se contabilizan mayor número de ayudas a inmigrantes. Así en Utrera el incremento es de 225 %, San José de la Rinconada, un 117 % y Alcalá de Guadaíra, un 99 por ciento.
Pobres con agravante
Felipe Cecilia, presidente director de Cáritas Diocesana, dice que el perfil del pobre está cambiando: « Nuestras Cáritas estaban habituadas a la atención de familias que estaban desestructuradas de una manera permanente pero ahora vienen personas que nunca habían venido por Cáritas». Dice que se observan aglomeraciones que se asemejan a tiempos pasados «que no queremos recordar». Entiende Felipe Cecilia que cuando se llega a la Cáritas es que la gente ha agotado todos los recursos de que disponía y ya no sabe dónde acudir. Sobre el nuevo perfil de personas que acude dijo que tienen un agravante y es que hasta poco eran consideradas bienestantes en su barrio «y en muy poco espacio de tiempo han pasado a ser pobres. El agravante es que el ser humano se adapta a la mejora con facilidad, pero lo difícil es apretarse el cinturón».
Señaló que Cáritas intenta tener buenas relaciones con la Administración, pero ella también está en un momento crítico: «Pedimos es que esas ayudas que da a entidades lleguen al ciudadano, porque si se quedan ahí no hemos conseguido nada. Y si los ingresos para asuntos sociales disminuyen estamos en las mismas». Dijo que en las grandes hecatombes los primeros edificios que caen son los que tienen menos base, por eso la crisis afecta más a las personas que están en precariedad. Ahí es donde está Cáritas que llega con su labor de ayuda y promoción a dónde ni la Administración llega.