Cuando paseaba por la Puerta de Jerez un turista que visitaba la ciudad, un varón de unos 50 años, fue apuñalado ayer en la espalda por una indigente y el hombre al sufrir la agresión avisó por sus propios medios a agentes de la Policía Local que patrullaban la zona, sin ser consciente de que llevaba un cuchillo clavado en la espalda.
DIARIO DE SEVILLA (13/09/10) - JUAN PAREJO
Los vecinos de la calle Fray Luis Sotelo, en pleno barrio de la Macarena, llevan más de un año y medio padeciendo la suciedad y los malos olores de las heces y orines de un grupo de indigentes que hacen sus necesidades entre los dos contenedores de Lipasam que se encuentran frente a su portal, en el número 4 de esta calle. Los residentes del barrio ya están acostumbrados a la presencia de estos hombres y mujeres que pasan la mayor parte del día en los escasos 40 metros que unen las calles Bécquer y Escoberos.
Su presencia se ha convertido en habitual en la esquina del supermercado Lidl y, aunque no tienen problemas de convivencia con los vecinos, la mayoría de ellos sí denuncian la penosa imagen y la ingente suciedad que dejan en la zona. El más afectado es Enrique Alexis Gutiérrez, quien tras elevar una queja ante al 010 del Ayuntamiento, el pasado mayo, recibió una carta el día 11 del mismo mes indicándole que su solicitud había sido remitida a la delegación de Convivencia y Seguridad, presidida por la edil de Izquierda Unida Josefa Medrano. A día de hoy, sigue con los mismos problemas y sin encontrar una solución: "Yo vivo en un bajo que está frente a los contenedores donde estas personas hacen sus necesidades. Esto no puede seguir así, la suciedad y los olores son insoportables y nadie hace nada por remediarlo. También se ponen a beber debajo de la ventana, pero llamo a la Policía y me dicen que la acera es pública".
DIARIO DE SEVILLA (13/09/10) - JUAN PAREJO
Los vecinos de la calle Fray Luis Sotelo, en pleno barrio de la Macarena, llevan más de un año y medio padeciendo la suciedad y los malos olores de las heces y orines de un grupo de indigentes que hacen sus necesidades entre los dos contenedores de Lipasam que se encuentran frente a su portal, en el número 4 de esta calle. Los residentes del barrio ya están acostumbrados a la presencia de estos hombres y mujeres que pasan la mayor parte del día en los escasos 40 metros que unen las calles Bécquer y Escoberos.
Su presencia se ha convertido en habitual en la esquina del supermercado Lidl y, aunque no tienen problemas de convivencia con los vecinos, la mayoría de ellos sí denuncian la penosa imagen y la ingente suciedad que dejan en la zona. El más afectado es Enrique Alexis Gutiérrez, quien tras elevar una queja ante al 010 del Ayuntamiento, el pasado mayo, recibió una carta el día 11 del mismo mes indicándole que su solicitud había sido remitida a la delegación de Convivencia y Seguridad, presidida por la edil de Izquierda Unida Josefa Medrano. A día de hoy, sigue con los mismos problemas y sin encontrar una solución: "Yo vivo en un bajo que está frente a los contenedores donde estas personas hacen sus necesidades. Esto no puede seguir así, la suciedad y los olores son insoportables y nadie hace nada por remediarlo. También se ponen a beber debajo de la ventana, pero llamo a la Policía y me dicen que la acera es pública".