La despreciable "caza" del indigente
El colectivo de los sin techo se ha convertido en el blanco perfecto de las mofas y las agresiones de jóvenes que graban sus ataques sin pudor alguno
C. Rodríguez / Granada
Las frías cifras oficiales confirman una realidad que ya no es extraña en Granada. La agresión a un indigente italiano por parte de un grupo de jóvenes el pasado domingo rescata de la hemeroteca el último episodio de agresiones a sin techo que parece desgraciadamente calcado del hace unos días y que se produjo hace tan sólo dos meses: Una pandilla de menores, un indigente y un móvil son las claves que se repiten en ambas historias.
En Granada alrededor de unas 150 personas, según un estudio de 2006, duermen literalmente en la calle. En la calle, en los bancos, entre los jardines, en las paradas de los autobuses y en los cajeros. Ataviados con sus pertenencias o con una simple montaña de cartones, la realidad, es que desde hace unos años se han convertido en el centro de las 'mofas' y de los ataques de jóvenes que ven en su debilidad o en su 'inferioridad' un blanco fácil en todos los sentidos. Los dos hechos registrados últimamente en Granada y que se encuentran ya en Fiscalía no son hechos aislados.
Expertos en el tema aseguran que se ha creado una nueva tendencia denominada hunting (caza) procedente de países anglosajones que no tiene otro fin que salir a la calle a buscar indigentes o mendigos e, incluso, extranjeros a los que molestar y agredir si se da el caso. El problema es que estas escenas no sólo se repiten sino que aumentan. Según el Instituto Nacional de Estadística, el 42 de los sin techo recibe habitualmente insultos o amenazas de terceros, el 40 por ciento son objeto de robos y que el 18 por ciento restante son víctimas de todo tipo de agresiones.
Con este panorama, responsables de Cáritas -entidad que posee varias dependencias para el colectivo en la ciudad- apela a la educación de los jóvenes y a la puesta en marcha de campañas de sensibilización para controlar una situación que se descontrola. Pero hay quienes van más allá. El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, reclamó ayer a las instancias judiciales que no dejen "impunes" los supuestos actos de "crueldad extrema" perpetrados por menores sobre indigentes, pues el último linchamiento, "no debe minimizarse" dada su gravedad.
El presidente de Movimiento contra la Intolerancia asegura que este tipo de agresiones contra el colectivo de personas sin hogar está caracterizado por "una crueldad extrema" y, en el caso de los menores, de una interpretación "perversa y degradante del entretenimiento", si bien reconoció que en algunos casos todo deriva de la "inducción" de grupos que "instigan el odio o el racismo".
De cualquier manera, la Fiscalía investiga las razones que motivaron a los jóvenes a dejar al joven italiano malherido y el porqué a los implicados -una de las ellas hija de un policía local- se les llevó a la Huerta del Rasillo en lugar de a Policía Nacional.
C. Rodríguez / Granada
Las frías cifras oficiales confirman una realidad que ya no es extraña en Granada. La agresión a un indigente italiano por parte de un grupo de jóvenes el pasado domingo rescata de la hemeroteca el último episodio de agresiones a sin techo que parece desgraciadamente calcado del hace unos días y que se produjo hace tan sólo dos meses: Una pandilla de menores, un indigente y un móvil son las claves que se repiten en ambas historias.
En Granada alrededor de unas 150 personas, según un estudio de 2006, duermen literalmente en la calle. En la calle, en los bancos, entre los jardines, en las paradas de los autobuses y en los cajeros. Ataviados con sus pertenencias o con una simple montaña de cartones, la realidad, es que desde hace unos años se han convertido en el centro de las 'mofas' y de los ataques de jóvenes que ven en su debilidad o en su 'inferioridad' un blanco fácil en todos los sentidos. Los dos hechos registrados últimamente en Granada y que se encuentran ya en Fiscalía no son hechos aislados.
Expertos en el tema aseguran que se ha creado una nueva tendencia denominada hunting (caza) procedente de países anglosajones que no tiene otro fin que salir a la calle a buscar indigentes o mendigos e, incluso, extranjeros a los que molestar y agredir si se da el caso. El problema es que estas escenas no sólo se repiten sino que aumentan. Según el Instituto Nacional de Estadística, el 42 de los sin techo recibe habitualmente insultos o amenazas de terceros, el 40 por ciento son objeto de robos y que el 18 por ciento restante son víctimas de todo tipo de agresiones.
Con este panorama, responsables de Cáritas -entidad que posee varias dependencias para el colectivo en la ciudad- apela a la educación de los jóvenes y a la puesta en marcha de campañas de sensibilización para controlar una situación que se descontrola. Pero hay quienes van más allá. El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, reclamó ayer a las instancias judiciales que no dejen "impunes" los supuestos actos de "crueldad extrema" perpetrados por menores sobre indigentes, pues el último linchamiento, "no debe minimizarse" dada su gravedad.
El presidente de Movimiento contra la Intolerancia asegura que este tipo de agresiones contra el colectivo de personas sin hogar está caracterizado por "una crueldad extrema" y, en el caso de los menores, de una interpretación "perversa y degradante del entretenimiento", si bien reconoció que en algunos casos todo deriva de la "inducción" de grupos que "instigan el odio o el racismo".
De cualquier manera, la Fiscalía investiga las razones que motivaron a los jóvenes a dejar al joven italiano malherido y el porqué a los implicados -una de las ellas hija de un policía local- se les llevó a la Huerta del Rasillo en lugar de a Policía Nacional.
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