Alumnos contra el acoso escolar
Tres centros docentes en Sevilla aplican con éxito un sistema para prevenir el acoso escolar basado en estudiantes que defienden a los alumnos más débiles y median para impedir los conflictos escolares
Noelia Márquez
Niños que defienden a los más débiles en los conflictos, con capacidad de liderazgo, que acogen a los recién llegados y que median para impedir el maltrato a compañeros en el ámbito escolar. Es el perfil del alumno ayudante, un modelo para prevenir el bullying aplicado con éxito en tres centros docentes de Sevilla (los institutos María Moliner, Ramón del Valle Inclán y el colegio Portaceli) durante el último curso escolar.
La participación de los propios alumnos para impedir el acoso entre compañeros, facilitar la integración de todo el alumnado y fomentar la ayuda mutua en los deberes escolares así como la implicación de toda la comunidad educativa ante los conflictos son algunas de las líneas estratégicas del alumno ayudante.
En la fase experimental de este proyecto, el instituto Ramón del Valle Inclán seleccionó a tres estudiantes por clase en los grupos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), con edades comprendidas entre los 12 y los 14 años. Esta "elección es paritaria en cuanto a sexos y heterogénea en cuanto a capacidades académicas", explica el centro docente. Los menores seleccionados ayudan a sus compañeros cuando alguien se mete con ellos o cuando necesitan que les escuchen, apoyan a otros niños que están tristes o decaídos por problemas personales, y facilitan la comunicación en el aula. Tras la selección de los estudiantes ayudantes, el centro docente desarrolla unas jornadas de formación específicas durante tres días de convivencia en un albergue juvenil, a cargo de profesores experimentados en la mediación contra el bullying. La siguiente fase es la aplicación del proyecto en la dinámica diaria en el aula.
Los proyectos de mediación desarrollados en el María Moliner, el Ramón del Valle Inclán y el Portaceli forman parte de la primera convocatoria de ayudas para la mejora de la convivencia escolar impulsada por la Delegación municipal de Educación y Gobierno Interior. Esther Gil, titular de esta área en el Ayuntamiento, explicó que "ante los buenos resultados de los proyectos, evaluados en junio, estas ayudas volverán a convocarse en el próximo curso, con un importe total 27.000 euros". En la evaluación de las primeras experiencias para la convivencia en el entorno escolar, los técnicos municipales llegaron a la conclusión de que "sería muy interesante dar continuidad a los proyectos que han trabajado en la mediación con el fin de avanzar en la consecución de los objetivos planteados a medio y largo plazo". La próxima convocatoria de ayudas, que se abrirá el próximo otoño, incidirá en este tipo de trabajos en el aula basados en el alumno ayudante. Otro de los aspectos que más valoran los técnicos es la eficacia de las iniciativas educativas capaces de implicar a toda la comunidad educativa, con la participación del profesorado, los padres y los estudiantes.
Junto a los proyectos desarrollados por el María Moliner, el Ramón del Valle Inclán y Portaceli, la primera convocatoria municipal de ayudas a la mejora de la convivencia incluyó proyectos de las Movimiento contra la Intolerancia, Amuvi y las asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) del Vélez de Guevara y Las Adelfas.
Movimiento contra la Intolerancia y Amuvi desarrollaron proyectos basados en talleres para los alumnos. Las Ampas de los colegios Hermanos Machado y Vélez de Guevara se basan en el juego como estrategia para mejorar la convivencia en el centro.
La participación de los propios alumnos para impedir el acoso entre compañeros, facilitar la integración de todo el alumnado y fomentar la ayuda mutua en los deberes escolares así como la implicación de toda la comunidad educativa ante los conflictos son algunas de las líneas estratégicas del alumno ayudante.
En la fase experimental de este proyecto, el instituto Ramón del Valle Inclán seleccionó a tres estudiantes por clase en los grupos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), con edades comprendidas entre los 12 y los 14 años. Esta "elección es paritaria en cuanto a sexos y heterogénea en cuanto a capacidades académicas", explica el centro docente. Los menores seleccionados ayudan a sus compañeros cuando alguien se mete con ellos o cuando necesitan que les escuchen, apoyan a otros niños que están tristes o decaídos por problemas personales, y facilitan la comunicación en el aula. Tras la selección de los estudiantes ayudantes, el centro docente desarrolla unas jornadas de formación específicas durante tres días de convivencia en un albergue juvenil, a cargo de profesores experimentados en la mediación contra el bullying. La siguiente fase es la aplicación del proyecto en la dinámica diaria en el aula.
Los proyectos de mediación desarrollados en el María Moliner, el Ramón del Valle Inclán y el Portaceli forman parte de la primera convocatoria de ayudas para la mejora de la convivencia escolar impulsada por la Delegación municipal de Educación y Gobierno Interior. Esther Gil, titular de esta área en el Ayuntamiento, explicó que "ante los buenos resultados de los proyectos, evaluados en junio, estas ayudas volverán a convocarse en el próximo curso, con un importe total 27.000 euros". En la evaluación de las primeras experiencias para la convivencia en el entorno escolar, los técnicos municipales llegaron a la conclusión de que "sería muy interesante dar continuidad a los proyectos que han trabajado en la mediación con el fin de avanzar en la consecución de los objetivos planteados a medio y largo plazo". La próxima convocatoria de ayudas, que se abrirá el próximo otoño, incidirá en este tipo de trabajos en el aula basados en el alumno ayudante. Otro de los aspectos que más valoran los técnicos es la eficacia de las iniciativas educativas capaces de implicar a toda la comunidad educativa, con la participación del profesorado, los padres y los estudiantes.
Junto a los proyectos desarrollados por el María Moliner, el Ramón del Valle Inclán y Portaceli, la primera convocatoria municipal de ayudas a la mejora de la convivencia incluyó proyectos de las Movimiento contra la Intolerancia, Amuvi y las asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) del Vélez de Guevara y Las Adelfas.
Movimiento contra la Intolerancia y Amuvi desarrollaron proyectos basados en talleres para los alumnos. Las Ampas de los colegios Hermanos Machado y Vélez de Guevara se basan en el juego como estrategia para mejorar la convivencia en el centro.
0 Comentarios:
Publicar un comentario