CANAL SOLIDARIO (09/09/09)
El programa de alfabetización "Yo, Sí Puedo" elaborado en Cuba, enseña a personas de todo el mundo a leer y escribir. En Sevilla una primera promoción de 51 alumnos ha adquirido estas habilidades gracias a la iniciativa.
Muchas veces pensamos que el analfabetismo es una lacra de los llamados países empobrecidos, pero muy al contrario, es un problema que también afecta a un buen número de territorios ricos. El Estado español no es una excepción. Con una bolsa de analfabetos de cerca de un millón de personas, pocas iniciativas se ponen en marcha para alfabetizar a este colectivo.
"Un pueblo que no sabe leer ni escribir, es un pueblo fácil de engañar". Son palabras de Ernesto Che Guevara y es la idea sobre la que se asienta el programa cubano de alfabetización para Sevilla “Yo, sí puedo”. El objetivo de la iniciativa es erradicar el analfabetismo, que en la capital andaluza afecta a cerca de 35.000 personas.
Rosa era una de ellas y es también una de las 51 alumnas que se “graduaron” este pasado mes de julio y que gracias a la iniciativa, que desarrolla en la localidad la Fundación DeSevilla, han aprendido a leer y a escribir. “Ahora puedo leerle cuentos a mis nietos e, incluso, lanzarme a escribir poesía”, explica.
A través de 65 videoclases, el alumnado además de a leer y escribir, aprende a ser capaz de comprender y contribuir a la transformación del contexto en el que vive, impulsando su implicación en la sociedad. “El sistema de videoclases permite al participante elegir de forma flexible el horario y el lugar donde quiere ser alfabetizado, ya que sólo es necesario un televisor y un dvd para desarrollar la clase”, explican los responsables de la iniciativa.
Las sesiones están dirigidas por un facilitador o facilitadora, que es una persona que, de forma voluntaria, afianza los conocimientos que los alumnos reciben de las vídeo-clases y realiza el seguimiento de cada uno de ellos.
Así, el programa promueve la implicación y la participación de la comunidad en los barrios en los que se lleva a cabo el programa, ya que la flexibilidad del método permite que se puedan crear puntos de alfabetización en asociaciones, entidades vecinales, colegios o sedes de organizaciones.
Avanzando en otros barrios
Una vez finalizada este primer curso piloto, el programa cubano de alfabetización “Yo, sí puedo” para la ciudad de Sevilla comenzará a mediados de este mes de septiembre la fase de generalización del programa, con el objetivo de seguir avanzando en la alfabetización de todos los barrios de la ciudad.
Además, se irán abriendo puntos de alfabetización de forma progresiva y formando a los facilitadores que colaboran en el programa con el objetivo de que en Sevilla no quede nadie sin saber leer y escribir.
Solidaridad desinteresada
Mientras que la UNESCO estima que el coste para la alfabetización de una persona es de unos 160,00 euros aproximadamente, el programa “Yo, sí puedo” es cedido gratuitamente por Cuba para todos los participantes, a los que se les facilita los materiales necesarios.
Puedes conocer a algunas de las participantes del punto de alfabetización de La Unión de la barriada sevillana del Trébol, que culminaron con éxito el programa cubano "Yo, sí puedo".
Leer y escribir en menos de 3 meses
El éxito de la aplicación del programa cubano de alfabetización “Yo, sí puedo” se explica por el gran trabajo que los especialistas cubanos en educación han realizado durante años para lograr un método que sea capaz de alfabetizar de forma masiva.
Sólo así, gracias a la labor de cientos de especialistas, colaboradores y personas voluntarias se entiende que el programa cubano haya permitido que, desde 2005, cerca de cuatro millones de personas hayan aprendido a leer y a escribir con este método, y que tres países hayan conseguido declararse territorios libres de analfabetismo (Nicaragua, Ecuador y Bolivia).
“La aplicación del programa de forma general genera un impacto en la comunidad donde se aplica, dado que la alfabetización se ha producido de forma masiva. De este modo, en esta etapa no sólo deben valorarse los resultados, sino aplicar instrumentos que permitan medir el impacto de manera general. En definitiva, determinar la capacidad de transformación social de la alfabetización en una comunidad”, explican los responsables del programa premiado por la UNESCO.
El analfabetismo en el Estado español
El Estado español, aún contando con escolarización obligatoria hasta los 16 años, cuenta con una bolsa de analfabetos próxima al millón de personas. La cifra de residentes en el Estado mayores de 16 años que no saben leer ni escribir asciende a 915.300, un 2,4% de la población, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del tercer trimestre de 2008.
La tendencia descendiente de las dos últimas décadas se ha invertido desde 2004. De esta forma, el colectivo de analfabetos ha pasado de 783.800 en 2005, a 830.100 en 2006, y 841.700 en 2007.
Muchas veces pensamos que el analfabetismo es una lacra de los llamados países empobrecidos, pero muy al contrario, es un problema que también afecta a un buen número de territorios ricos. El Estado español no es una excepción. Con una bolsa de analfabetos de cerca de un millón de personas, pocas iniciativas se ponen en marcha para alfabetizar a este colectivo.
"Un pueblo que no sabe leer ni escribir, es un pueblo fácil de engañar". Son palabras de Ernesto Che Guevara y es la idea sobre la que se asienta el programa cubano de alfabetización para Sevilla “Yo, sí puedo”. El objetivo de la iniciativa es erradicar el analfabetismo, que en la capital andaluza afecta a cerca de 35.000 personas.
Rosa era una de ellas y es también una de las 51 alumnas que se “graduaron” este pasado mes de julio y que gracias a la iniciativa, que desarrolla en la localidad la Fundación DeSevilla, han aprendido a leer y a escribir. “Ahora puedo leerle cuentos a mis nietos e, incluso, lanzarme a escribir poesía”, explica.
A través de 65 videoclases, el alumnado además de a leer y escribir, aprende a ser capaz de comprender y contribuir a la transformación del contexto en el que vive, impulsando su implicación en la sociedad. “El sistema de videoclases permite al participante elegir de forma flexible el horario y el lugar donde quiere ser alfabetizado, ya que sólo es necesario un televisor y un dvd para desarrollar la clase”, explican los responsables de la iniciativa.
Las sesiones están dirigidas por un facilitador o facilitadora, que es una persona que, de forma voluntaria, afianza los conocimientos que los alumnos reciben de las vídeo-clases y realiza el seguimiento de cada uno de ellos.
Así, el programa promueve la implicación y la participación de la comunidad en los barrios en los que se lleva a cabo el programa, ya que la flexibilidad del método permite que se puedan crear puntos de alfabetización en asociaciones, entidades vecinales, colegios o sedes de organizaciones.
Avanzando en otros barrios
Una vez finalizada este primer curso piloto, el programa cubano de alfabetización “Yo, sí puedo” para la ciudad de Sevilla comenzará a mediados de este mes de septiembre la fase de generalización del programa, con el objetivo de seguir avanzando en la alfabetización de todos los barrios de la ciudad.
Además, se irán abriendo puntos de alfabetización de forma progresiva y formando a los facilitadores que colaboran en el programa con el objetivo de que en Sevilla no quede nadie sin saber leer y escribir.
Solidaridad desinteresada
Mientras que la UNESCO estima que el coste para la alfabetización de una persona es de unos 160,00 euros aproximadamente, el programa “Yo, sí puedo” es cedido gratuitamente por Cuba para todos los participantes, a los que se les facilita los materiales necesarios.
Puedes conocer a algunas de las participantes del punto de alfabetización de La Unión de la barriada sevillana del Trébol, que culminaron con éxito el programa cubano "Yo, sí puedo".
Leer y escribir en menos de 3 meses
El éxito de la aplicación del programa cubano de alfabetización “Yo, sí puedo” se explica por el gran trabajo que los especialistas cubanos en educación han realizado durante años para lograr un método que sea capaz de alfabetizar de forma masiva.
Sólo así, gracias a la labor de cientos de especialistas, colaboradores y personas voluntarias se entiende que el programa cubano haya permitido que, desde 2005, cerca de cuatro millones de personas hayan aprendido a leer y a escribir con este método, y que tres países hayan conseguido declararse territorios libres de analfabetismo (Nicaragua, Ecuador y Bolivia).
“La aplicación del programa de forma general genera un impacto en la comunidad donde se aplica, dado que la alfabetización se ha producido de forma masiva. De este modo, en esta etapa no sólo deben valorarse los resultados, sino aplicar instrumentos que permitan medir el impacto de manera general. En definitiva, determinar la capacidad de transformación social de la alfabetización en una comunidad”, explican los responsables del programa premiado por la UNESCO.
El analfabetismo en el Estado español
El Estado español, aún contando con escolarización obligatoria hasta los 16 años, cuenta con una bolsa de analfabetos próxima al millón de personas. La cifra de residentes en el Estado mayores de 16 años que no saben leer ni escribir asciende a 915.300, un 2,4% de la población, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del tercer trimestre de 2008.
La tendencia descendiente de las dos últimas décadas se ha invertido desde 2004. De esta forma, el colectivo de analfabetos ha pasado de 783.800 en 2005, a 830.100 en 2006, y 841.700 en 2007.