¡Hola! ¿Qué tal están todos en el mundo desarrollado?
Ya me contaron sobre la crisis de transporte que hay en la madre patria... un desastre, vaya, que estoy pensando que como sigan así las cosas me quedo en el Paraguay a vivir como una señorita europea rica. Que no hombre, que no... Que me vuelvo a España dentro de muy poquito. Todavía me tienen que buscar el vuelo pero yo creo que para principios de septiembre... Uff, dentro de apenas 2 meses.
Por acá también llegó la crisis del petróleo... Ayer a mitad de camino no nos dejaron echar más de 100.000 guaraníes de diesel porque las estaciones de servicio están sin combustible. Muy fuerte. Con eso sólo nos dio para medio depósito pero al menos llegamos a casa. Todo lo demás está subiendo incontrolablemente, y, encima, con el cambio de gobierno es todo un kilombo porque le hechan las culpas al nuevo presidente que ni siquiera a tomado aún el poder. Un desastre todo.
En el vertedero pues también está afectando todo esto, que para algo estamos en un mundo globalizado: la prensa funciona con nafta (gasolina); al camión de la cooperativa no le compensa viajar con poca mercadería hasta Asunción por el precio del combustible, por lo que tienen que alquilar otro camión mayor siendo menores los beneficios; subida de los productos básicos... poco más que decir, creo que el resto son capaces de imaginárselo ustedes mismos.
Por lo demás bien, en la mierda como siempre. Hacía ya tiempo que no escribía y no sé si lo comenté en el último mail, ahora los adultos que viven en el vertedero están viniendo al centro de capacitación para alfabetización, es como una especie de beca porque no pueden dejar de trabajar por estudiar (así de injusta puede llegar a ser la vida) y es muy lindo ver a toditas las mamás y papás con su cuaderno y lápiz en la mano a las 8 de la mañana a pesar del frío invernal que ya entró. Por supuesto que los días de lluvia no acuden, cosa que va a ser más que amenudo cuando entre más el invierno. Pero a raíz de eso se pueden trabajar muchas cosas con ellos y con sus hijos, están más cercanos a lo que se hace en el centro, y, sobre todo, se alejan un poco más de esa marginalidad en la que están metidos.
Celebramos el día de san Juan allá en la cancha del vertedero con los juegos típicos de acá, danza paraguaya, la comida hecha por ellos mismos... tengo muchas ganas de que llegue el día de mañana y compartir con todita la comunidad, al menos para que tengan un día distinto porque con esto del frío ya no hacemos salidas y los días se vuelven rutina.
Con los compañeros muy bien, ya tan solo quedamos dos españoles pero por suerte poco a poco voy conociendo a más gente fuera del proyecto y así tengo un poco de vida social normalizada. Yo, personalmente, me encuentro muy bien pero los altibajos cada vez se van produciendo con más frecuencia, me hace falta desconectar un poco de esto, es una realidad que quema mucho, me quema mucho, y más ahora que sé que mi estancia tiene un final cercano. Pero es increíble cuando me abrazan y me sonríen, cuando me cuentan sus preocupaciones y sus ilusiones.Hacen falta tantos brazos... Hay días en los que no veo avance de todo el trabajo, pero hay otros días en los que sólo en las miradas veo todo el cambio desde que estoy acá, miradas o sonrisas que hablan más que las palabras, más que las estadísticas, más incluso que las encuestas. Es todo tan confuso como mi mente cuando divaga, como ahora. Con poco más que decir que pueda clarificar en mi mente...
Ya me contaron sobre la crisis de transporte que hay en la madre patria... un desastre, vaya, que estoy pensando que como sigan así las cosas me quedo en el Paraguay a vivir como una señorita europea rica. Que no hombre, que no... Que me vuelvo a España dentro de muy poquito. Todavía me tienen que buscar el vuelo pero yo creo que para principios de septiembre... Uff, dentro de apenas 2 meses.
Por acá también llegó la crisis del petróleo... Ayer a mitad de camino no nos dejaron echar más de 100.000 guaraníes de diesel porque las estaciones de servicio están sin combustible. Muy fuerte. Con eso sólo nos dio para medio depósito pero al menos llegamos a casa. Todo lo demás está subiendo incontrolablemente, y, encima, con el cambio de gobierno es todo un kilombo porque le hechan las culpas al nuevo presidente que ni siquiera a tomado aún el poder. Un desastre todo.
En el vertedero pues también está afectando todo esto, que para algo estamos en un mundo globalizado: la prensa funciona con nafta (gasolina); al camión de la cooperativa no le compensa viajar con poca mercadería hasta Asunción por el precio del combustible, por lo que tienen que alquilar otro camión mayor siendo menores los beneficios; subida de los productos básicos... poco más que decir, creo que el resto son capaces de imaginárselo ustedes mismos.
Por lo demás bien, en la mierda como siempre. Hacía ya tiempo que no escribía y no sé si lo comenté en el último mail, ahora los adultos que viven en el vertedero están viniendo al centro de capacitación para alfabetización, es como una especie de beca porque no pueden dejar de trabajar por estudiar (así de injusta puede llegar a ser la vida) y es muy lindo ver a toditas las mamás y papás con su cuaderno y lápiz en la mano a las 8 de la mañana a pesar del frío invernal que ya entró. Por supuesto que los días de lluvia no acuden, cosa que va a ser más que amenudo cuando entre más el invierno. Pero a raíz de eso se pueden trabajar muchas cosas con ellos y con sus hijos, están más cercanos a lo que se hace en el centro, y, sobre todo, se alejan un poco más de esa marginalidad en la que están metidos.
Celebramos el día de san Juan allá en la cancha del vertedero con los juegos típicos de acá, danza paraguaya, la comida hecha por ellos mismos... tengo muchas ganas de que llegue el día de mañana y compartir con todita la comunidad, al menos para que tengan un día distinto porque con esto del frío ya no hacemos salidas y los días se vuelven rutina.
Con los compañeros muy bien, ya tan solo quedamos dos españoles pero por suerte poco a poco voy conociendo a más gente fuera del proyecto y así tengo un poco de vida social normalizada. Yo, personalmente, me encuentro muy bien pero los altibajos cada vez se van produciendo con más frecuencia, me hace falta desconectar un poco de esto, es una realidad que quema mucho, me quema mucho, y más ahora que sé que mi estancia tiene un final cercano. Pero es increíble cuando me abrazan y me sonríen, cuando me cuentan sus preocupaciones y sus ilusiones.Hacen falta tantos brazos... Hay días en los que no veo avance de todo el trabajo, pero hay otros días en los que sólo en las miradas veo todo el cambio desde que estoy acá, miradas o sonrisas que hablan más que las palabras, más que las estadísticas, más incluso que las encuestas. Es todo tan confuso como mi mente cuando divaga, como ahora. Con poco más que decir que pueda clarificar en mi mente...
María Chispita
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