04/07/08 - Comapa (Jutiapa)
Suenan los grillos desde la habitación improvisada de farmacia, a veces puesto de odontología, a veces frutería y otras escuela.
Son casi las 20 horas y ya parece que fuera de madrugada. Los días son intensos, comienzan temprano, a las 6 a.m. nos levantamos (algunos, otros más tarde). Las noches, sonoras: tormentas tropicales nos visitan cada noche y arrojan agua con todas sus fuerzas contra el techo fino de Uralita que empieza a agujerearse y deja pasar algunas goteras en mi habitación. Cuando deja de llover, los gallos que tienen junto al centro de salud, del que somos vecinos, se reparten la noche para hacer turnos y cantar cada 2 horas…
Preparamos la medicación y salimos a las aldeas. Los caminos son tan horribles para el coche como preciosos para los ojos. Es una zona verde a rebosar, se respira vida en el horizonte y mugre en las cunetas de los caminos debido a las aguas residuales desbordadas por tanta lluvia.
Estamos ahora 8 cooperantes. Carmen, Fátima y Jorge se encargan de jornadas educativas en las que hacen talleres con los profesores para compartir con ellos técnicas pedagógicas. Mariano lleva la higiene buco-dental con los del centro de salud. Esperanza se une a todos dependiendo del día. Y María, Ángel y yo hacemos la jornada médica en la que primero hablamos con los maestros para ver cómo va la distribución de Incaparina (suplemento alimentario que se les da a los escolares gracias al programa de hermanamiento con colegios españoles), controlar el mantenimiento de letrinas (además del programa de utilización de excrementos como abono, previo tratamiento con cenizas), y se les da una charla sobre la cloración del agua. A continuación, se pasa la consulta médica a embarazadas y a menores de 5 años que son los más afectados por la deficiente alimentación.
En cuanto a la consulta médica: muchísima desnutrición. Hoy hemos visto un niño de 17 meses (el noveno de sus hermanos) con 5 Kg de peso, lógicamente no podía caminar ni decía una palabra. Un ejemplo de lo que vemos a diario, además de parasitosis, sarna, etc…
A pesar de los bajones momentáneos que comparto con Fati (un lujo tenerla), estoy contento. La compañía es perfecta y la experiencia, ya conocida por el año pasado, está siendo complementaria. Me estoy planteando algunas cosas en cuanto a la cooperación que tendré que ir madurando poco a poco.
Por ahora sólo deciros que estoy bien, contento y disfrutando.
Cuidaros mucho.
Un besote.
Suenan los grillos desde la habitación improvisada de farmacia, a veces puesto de odontología, a veces frutería y otras escuela.
Son casi las 20 horas y ya parece que fuera de madrugada. Los días son intensos, comienzan temprano, a las 6 a.m. nos levantamos (algunos, otros más tarde). Las noches, sonoras: tormentas tropicales nos visitan cada noche y arrojan agua con todas sus fuerzas contra el techo fino de Uralita que empieza a agujerearse y deja pasar algunas goteras en mi habitación. Cuando deja de llover, los gallos que tienen junto al centro de salud, del que somos vecinos, se reparten la noche para hacer turnos y cantar cada 2 horas…
Preparamos la medicación y salimos a las aldeas. Los caminos son tan horribles para el coche como preciosos para los ojos. Es una zona verde a rebosar, se respira vida en el horizonte y mugre en las cunetas de los caminos debido a las aguas residuales desbordadas por tanta lluvia.
Estamos ahora 8 cooperantes. Carmen, Fátima y Jorge se encargan de jornadas educativas en las que hacen talleres con los profesores para compartir con ellos técnicas pedagógicas. Mariano lleva la higiene buco-dental con los del centro de salud. Esperanza se une a todos dependiendo del día. Y María, Ángel y yo hacemos la jornada médica en la que primero hablamos con los maestros para ver cómo va la distribución de Incaparina (suplemento alimentario que se les da a los escolares gracias al programa de hermanamiento con colegios españoles), controlar el mantenimiento de letrinas (además del programa de utilización de excrementos como abono, previo tratamiento con cenizas), y se les da una charla sobre la cloración del agua. A continuación, se pasa la consulta médica a embarazadas y a menores de 5 años que son los más afectados por la deficiente alimentación.
En cuanto a la consulta médica: muchísima desnutrición. Hoy hemos visto un niño de 17 meses (el noveno de sus hermanos) con 5 Kg de peso, lógicamente no podía caminar ni decía una palabra. Un ejemplo de lo que vemos a diario, además de parasitosis, sarna, etc…
A pesar de los bajones momentáneos que comparto con Fati (un lujo tenerla), estoy contento. La compañía es perfecta y la experiencia, ya conocida por el año pasado, está siendo complementaria. Me estoy planteando algunas cosas en cuanto a la cooperación que tendré que ir madurando poco a poco.
Por ahora sólo deciros que estoy bien, contento y disfrutando.
Cuidaros mucho.
Un besote.
Sebas
2 Comentarios:
Sigo pensando que esto se puede cambiar, que podemos intentarlo. Gracias Sebas por hacernos estar un poquito allí a todos los de aquí y a los que pronto partiremos para allá.
Un abrazo
ÁNIMO HERMANO! Te esperamos...
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